
Un episodio flamenco y gitano en las correrías del descubridor del Pergamino Vindel
EL FLAMENCO EN LA CULTURA HISPÁNICA
Daniel R. Benito-Sanz
4/15/2024


Imaginemos. Es lo que siempre estamos obligados a hacer los nostálgicos. El ciego sol se estrella sobre las paredes encaladas de la hacienda de Olmeda de la Cuesta, una modesta población de Cuenca. Un curioso y joven Pedro Vindel, que en ese momento cuenta solo ocho años, no puede imaginar el tesoro de sabiduría y erudición que iba a reunir en su librería, el caudal de noticias que iba a almacenar su memoria. Pero sobre todo, si algo es incapaz de concebir entonces, es el descubrimiento de un documento esencial en la historia de la literatura y de la música europea, unos folios que, andando el tiempo, iban a terminar su periplo en la Pierpont Morgan Library de Nueva York: el famoso Pergamino Vindel.
Pero volvamos a las vastas extensiones de la España rural a principios del siglo XX, a esas poderosas y a veces complejas soledades que nos responden a la insidiosa pregunta de qué fue el campo español. Un Pedro Vindel todavía niño da muestras tempranas de gran curiosidad, de claridad de ingenio, de prodigiosa memoria. En un pequeño pueblo conquense, solo era cuestión de tiempo que no encontrara terreno fértil para saciar su curiosidad y amor a los libros entre los aperos de labranza del campesinado alcarreño. Que en 1873 quedara huérfano de padre no mejora la situación, y dos años después, cuando cuenta solo diez, le encontramos escapando de su padrastro y de su madre, fugado ya de su pueblo sin saber leer ni escribir.
En su periplo por los campos de Cuenca le esperan trabajos y avatares peregrinos hasta que es acogido por unos gitanos en Alcocer. Quisieron que él bailara junto a otra niña de su edad y que cantara “un tango entonces de moda, que decía:
Ya viene la cafetera,
con dos cuartos de café,
con su tango,
con su tango,
con su tango, tarango y tango,
con su tango, tarango y té”.
Nuestro buen Pedro Vindel vuelve a escaparse, esta vez de los gitanos, cerca de Guadalajara.
Sin duda este tango, “entonces de moda”, que le hicieron cantar a nuestro pequeño librero y erudito en ciernes merecería un estudio aparte, para averiguar al menos su origen e influencias y las posibles coincidencias con letras de otras canciones; pero el elemento textual de mayor rendimiento y que más se ha exportado fuera de su letra (o bien el elemento importado en ella) es sin duda el estribillo “con su tango, tarango y tango”, que evoca a Rocío Jurado cantando Tango Tarango. También una “Canción de baile en corro” recogida por Inmaculada Ayala Herrera y Ana E. Pérez de Tudela Delgado (transcrita por esta última, profesora de Música del I. E. S. Las Fuentezuelas) utiliza esta parte:
“Con el tango tarango y tango
con el tango tarango y té
arriba la cafetera y
abajo la del café”.
Si quieres investigar:
Inmaculada Ayala Herrera y Ana. E. Pérez de Tudela Delgado: Proyecto de innovación educativa “La música popular como recurso didáctico en el aula”. Nuestro Cancionero. Departamento de Música del “I. E. S. Las Fuentezuelas” de Jaén.
Tres poetas medievais da Ría de Vigo. Martín Codax, Mendiño e Xohán de Cangas. Vigo, Editorial Galaxia, S. A., 1998.
Puede verse la voz Pedro Vindel Álvarez en el Diccionario biográfico electrónico de la Real Academia de la Historia (DB-e): https://dbe.rah.es/biografias/67005/pedro-vindel-alvarez [Última fecha de consulta: 9 de abril de 2024].
Linterna producciones: Documental Pergamino Vindel: https://www.youtube.com/watch?v=Wn8IkFCThME [Última fecha de consulta: 9 de abril de 2024].
El manuscrito Vindel (película “escrita y realizada por descendientes directos de don Pedro”): El Manuscrito Vindel: https://www.youtube.com/watch?v=vtUMcR3MkhYv=vtUMcR3MkhY&t=3251s [Última fecha de consulta: 9 de abril de 2024].
YouMoreTv – Espectáculo: Rocío Jurado, Tango tarango: https://www.youtube.com/watch?v=f8bZBy19ZMs [Última fecha de consulta: 9 de abril de 2024].
David Ferreiro Carballo contextualizó históricamente el pergamino y realizó una revisión bibliográfica de la cuestión con motivo del descubrimiento del documento en 1914: “El pergamino Vindel: una revisión bibliográfica. Cien años de estudios en torno a un documento único”. Sínerís, nº 27, año IV, 14 pp.